¿Qué le pudo haber sucedido a este hombre que pasó de una
posición neutral a cautivo K?
De ser despedido por el Estado por su insurgencia a ser un
fiel lustrador de botas.
Mis sospechas van por el lado de la SIDE y algún muerto en el
placard que haya servido para domesticarlo. ¡Quién sabe! Alguna amante, algún
hijo no reconocido (ahora que está tan de moda), ¿algún negocio sucio…?
Me sorprendería mucho que un montón de verdes hayan bastado
para apropiarse de un hombre muy reconocido y respetado por su moral en el
pasado.
Su sencilla labor es la de fabricar un simple ideal que
consta de dos partes: una izquierda iluminada, bondadosa e inmaculada y una
derecha implacable, asesina y destructiva. Para cuando las penosas realidades
chocan con el colectivo imaginario de belleza K, siempre se tiene el mismo
recurso: los pandilleros de la otra esquina, sí, los mismos desestabilizadores
de siempre.
Es así como trabaja la versión argentina del Tea Party, fanatismo
político con nula racionalidad y siempre con un insaciable apetito de admiración
y ego.
La línea editorial es bien tácita y contundente, si bien un
periodista nunca puede estar situado en los 90º exactos, debe procurarse no
estar por menos de los 80º, ni más de los 100º, pero V.H. ya está más allá de
todo gradiente y se sitúa en los cómodos 180º.
Podría sentir pena por este hombre pero veo que no la pasa
nada mal. En enero hizo radio desde Pinamar, luego Villa Gesell y ahora desde
París, y voilà!, ¿habrá ido de compras con el camionero Moyano a las galerías
Lafayette?
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